Sintomas.
Estos síntomas pueden ir seguidos de hemorragias subconjuntivales, subungueales y retinianas, dolor y fotofobia. Poco después de los signos oculares aparecen sed, sudoración profusa, escalofríos, debilidad, postración y gran eosinofilia. Es común la fiebre que a veces llega a 40º C; cede después de 1 a 6 semanas. Entre la tercera y la sexta semana pueden aparecer complicaciones cardíacas y neurales. El diagnóstico se basa en los resultados de las pruebas serológicas y la presencia de eosinofilia intensa. A partir de 10 días tras la infección (mejor después de la cuarta o quinta semana) en la biopsia de músculo estriado puede encontrarse la larva no encapsulada del parásito.
Ciclo de la triquina.
Las especies de Trichinella son nematodos parásitos endocelulares, sólo los embriones emigrando desde la pared intestinal a los músculos estriados son libres y temporalmente exocelulares. Así, cuando nos infectamos lo hacemos por ingerir larvas albergadas en fibras musculares, transformadas en quistes por las especies de triquina encapsuladas, Las fibras musculares son conjuntos de células fusionadas– sincitios – que cuidan, como una nodriza, a la larva del parásito, protegiéndola dentro de una cápsula. La digestión libera estas larvas que rápidamente construyen con las células de la mucosa del intestino delgado, una nueva célula nutricia múltiple. Crecen, alcanzan el estado adulto y los machos fecundan a las hembras que dos días mas tarde comienzan a parir, en el interior de las vellosidades intestinales, los embriones. Estos embriones transportados por la linfa y la sangre alcanzan el tejido muscular estriado, penetran las fibras y se fabrican otro albergue endocelular donde crecen y se transforman en larvas infectantes, esperando que algún día su hospedador muera y sus restos sean comidos – carroñerismo – o muera cazado y consumido por un depredador. Y así sucesivamente. Una vida muelle la de las triquinas, siempre a caballo del modo de vida de sus hospedadores, omnívoros carroñeros y depredadores. No todas las especies de triquina rodean la célula nodriza muscular de una cápsula de colágeno protectora. Entre nosotros hay dos que lo hacen, Trichnella spiralis y Trichinella britovi.
Modo de transmisión:
El mecanismo de transmisión es la ingestión de carne cruda o mal cocida que contiene larvas enquistadas viables, sobre todo, cerdo y sus derivados, jabalí. En la literatura se han descrito brotes producidos por carne de caballo, o por hamburguesas con mezcla de carne de cerdo.